GLENFIDDICH 12 YEAR OLD

GLENFIDDICH 12 Year Old: El Single Malt Más Emblemático y Popular del Mundo

El Glenfiddich 12 Year Old es, sin lugar a dudas, la expresión más icónica y el whisky single malt más vendido a nivel global. Es el punto de referencia para muchos en el mundo de los whiskies de malta, conocido por su perfil accesible, fresco y afrutado, que lo convierte en una excelente puerta de entrada a la categoría.

Origen y Proceso:

Este whisky se produce en la destilería Glenfiddich, en Dufftown, Speyside, Escocia. Es una de las pocas destilerías que sigue siendo de propiedad familiar y controla todo el proceso de producción, desde su propia fuente de agua de manantial (Robbie Dhu) hasta el embotellado. La maduración se realiza durante un mínimo de 12 años en una combinación de barricas de roble americano ex-bourbon y barricas de roble europeo ex-jerez.

Características Sensoriales:

• Color: Dorado brillante, con reflejos que capturan la luz.
• Nariz: Fresca y distintiva, con un carácter marcadamente afrutado. Sobresalen las notas de pera fresca y manzana verde. También se aprecian toques de cereal malteado, miel y un suave dulzor de vainilla, proveniente de las barricas de roble americano. Es limpio y vibrante.
• Boca: Suave y bien equilibrado. El paladar es armonioso, con sabores de frutas frescas y verdes que se entrelazan con la dulzura de la miel y la vainilla. Hay una sutil nota de roble que aporta una ligera especia y complejidad sin ser dominante. La textura es ligeramente cremosa.
• Final: Limpio, refrescante y duradero, con un eco afrutado y un toque de dulzura.

Estilo y Consumo:

El Glenfiddich 12 Year Old es un single malt excepcionalmente versátil y agradable, ideal para:

• Disfrutar solo: Para apreciar su pureza y delicadeza.
• Con una gota de agua: Unas pocas gotas de agua pura pueden ayudar a «abrir» el whisky, liberando más de sus aromas y suavizando ligeramente el paladar.
• Con hielo: Para una experiencia más refrescante.
• Cócteles simples: Su perfil limpio lo hace adecuado para cócteles que buscan la esencia del whisky sin abrumar.

Es el single malt perfecto para iniciarse en el mundo del whisky de malta, ofreciendo una experiencia consistentemente gratificante y un testimonio de la maestría de Glenfiddich en la elaboración de whisky.